El arte perdido de la buena conversación: El ahora es el ingrediente secreto.

La conversación es una práctica del ahora. Es involucrarse en el poder de estar ahí, como el tigre. Estamos completamente disponibles en el momento con todas nuestras facultades involucradas.

A través del poder del ahora estamos viviendo completamente en el momento porque no hay otro lugar en el que estar. Cuando la mente está libre del forcejeo con el pasado y el futuro,  se encuentra en un estado más distendido y flexible. Experimenta levedad y alivio del estrés. Hay una cualidad de neutralidad y de acomodo. Aunque sea breve, el poder del ahora crea una sensación de espacio y apertura en nuestra mente, y por lo tanto, en cualquier conversación.

Si estamos presentes ahora, no hay nada más. El ahora es completo en sí mismo. Puede transmitirse con una mirada o una sonrisa. Unas cuantas palabras pronunciadas en esta atmósfera pueden suponer un intercambio poderoso. Por otro lado, un intercambio largo sin estar en el ahora puede percibirse como algo incómodo y estresante.

El ahora está con frecuencia presente en conversaciones marcadas por la intensidad. Al conocerse, al despedirse, al relacionarse con alguien enfermo o moribundo,vuelve m la conversación se vuelve muy potente. Cada palabra parece algo extraordinario. Nuestra atención y nuestras facultades sensoriales están completamente entremezcladas. Todo está presente; entendemos lo precioso de la vida a un nivel subliminal.

Cuando ninguna de las personas está dispuesta a tocar el ahora, la conversación carece de dignidad. Se vuelve acomodada y superficial. Las preguntas y las respuestas se hacen repetitivas. Las palabras fascinantes se vuelven vulgares. En el ahora, incluso las palabras más corrientes pueden ser fascinantes.

El ahora está relacionado con el respeto a uno mismo. Si no estás presente con lo que dices, lo más probable es que no digas lo que querías decir ni quieras decir lo que digas. Como no puedes ser auténtico, la conversación no tiene potencia. Si no respetas tus propias palabras, los demás tampoco las respetarán. Y al contrario, cuando te respetas a ti mismo respetas a los demás de forma natural. El ahora es la convergencia de esas dos cosas. Es simplemente aparecer en tu vida. No existe más momento que el ahora. Cuando dos personas aparecen para conversar, se vuelve algo inspirador, interesante y juguetón porque podemos simplemente estar ahí. Nadie siente que tenga que irse a otro lado.

Básicamente, el ahora no puede expresarse; debe experimentarse. Cuando está sucediendo sabemos que está sucediendo, pero no podemos ubicarlo necesariamente. Tiene una cualidad voluble, pero al mismo tiempo es completamente obvio. Por eso el ahora es el ingrediente secreto de una buena conversación. Pero podemos pasarlo fácilmente por alto. Convertimos el pasado en una piedra pesada que sopesamos, recordando experiencias una y otra vez: ¿Qué podríamos haber hecho de forma distinta? Pero lo que sucede con el pasado es que no está aquí ahora. Y del mismo modo, da igual lo que pensemos, no tenemos ni idea de qué traerá el futuro. Sin embargo, estamos plantando sus semillas ahora.

Mi padre me enseñó a recordar tres cosas para mantener el ahora:

Primero, el ahora es innegociable. No puedes imponer lo que te gustaría que estuviera sucediendo sobre lo que está sucediendo ahora.

Segundo, el ahora necesita aprecio, lo que significa estar completamente presente.

Tercero, tienes que ser atrevido y alegre al mismo tiempo, lo que significa estar libre de apegos.

La respiración es nuestro vehículo para volver al presente. Fluye, nunca es sólida, siempre se mezcla, nunca se separa. Ni siquiera la palabra “ahora” puede contenerla. Extrañamente, este vacío energético es la única ancla física que tenemos. Incluso el latido de nuestro corazón depende de ella.  Por lo tanto, la mejor manera de volver al ahora es aspirar con fuerza el aire que te reúne con tu corazón, el centro de gravedad.

Reflexión
Siéntate y quédate quieto. Estate presente y percibe lo que te rodea. Intenta no dejarte arrastrar por el pasado ni por el futuro. Disfruta de este momento y siente lo que es estar vivo.

© Sakyong Miphan. Todos los derechos reservados. Extraído del libro “The lost art of good conversation” Harmony Books. Traducido del inglés por el Comité de Traducciones Nalanda y reproducido con permiso del autor.